- Por cada Naranja
- Su peso en Azúcar
- Su peso en Agua
- 1 cucharadita de sal (7 gramos)
ELABORACIÓN
- Lo primero que hay que hacer es lavar bien las naranjas bajo un grifo de agua fría, frotando con un cepillo.
- Secar las naranjas antes de cortarlas con ayuda de un cuchillo bien afilado.
- Procurar que todas las rodajas queden del mismo grosor.
- Introducir las rodajas de naranja en una cacerola o tartera, conviene que la cacerola sea baja y ancha para que las rodajas no estén apiladas, como mucho dos capas de rodajas, cubrirlas con agua, añadir una cucharadita de sal y calentar hasta llevar a ebullición. Hervir unos 5 minutos.
- Retirar el agua de este primer hervor, colocar la cacerola bajo el grifo y refrescar la naranjas con un poco de agua fría. Procurar que el agua no caiga directamente sobre las naranjas para no estropearlas. Cuando las naranjas estén frías retirarlas de la cacerola.
- Llenar la cacerola con una cantidad de agua igual al peso de las naranjas e igual cantidad de azúcar, llevar a ebullición hasta que el azúcar se deshaga.
- (yo utilicé el almíbar que tenía de haber confitado anteriormente unas cortezas de naranja).
- Añadimos las rodajas de naranja y hervimos a fuego suave durante aproximadamente una hora, la piel dura debe acabar poniéndose un poco transparente. Hay que ir vigilando el líquido, porque si la tapa deja escapar mucho vapor es posible que se evapore casi todo antes de que la corteza de la naranja esté bien cocida y habrá que ir reponiendo. En mi caso no hizo falta.
- Durante este tiempo mover la cacerola por las asas, sin tocar las naranjas para que no se estropee la forma o se rompan ya que son muy frágiles. Transcurrida la hora de cocción apagar el fuego y dejar reposar las rodajas de naranja en el almíbar hasta el día siguiente.
- Ahora solo queda sacar las rodajas de naranja del almíbar, ponerlas a escurrir en un colador y colocar sobre una rejilla para que se sequen, esto puede tardar unos días según la temperatura ambiente y la humedad.
- Son muy delicadas, así que hay que tener mucho cuidado en este proceso para que no se rompan.
- También se pueden poner en el horno a 100°C durante una hora.
- Una vez secas espolvorearlas con azúcar.
- Listas para usar.
NOTA:
- Para que aguanten en buen estado y sea más fácil separarlas podemos colocar un cuadradito de papel vegetal entre rodaja y rodaja y las guardamos en un recipiente hermético.
- Las naranjas confitadas se pueden guardar en su propio almíbar, en tarros de cristal, y dentro de la nevera una vez frías y aguantan perfectas hasta 5 meses.
- También se pueden congelar, así que si hacemos mucha cantidad y no la vamos a usar toda, podemos envolverlas en papel film y congelar. Mejor hacerlo en paquetes de pequeñas cantidades para descongelar sólo lo que necesitemos.
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