- Naranjas
- 1 cucharada de Sal
- Agua, la misma cantidad que el peso de las cortezas
- Azúcar, la misma cantidad que el peso de las cortezas
Ejemplo:
- 500 g de cortezas
- 500 g de azúcar
- 500 g de agua
ELABORACIÓN
- Limpiar muy bien las naranjas, cortar la parte de arriba y la de abajo. Hacer 4 cortes a lo largo de la naranja y sacar toda la corteza entera con la parte blanca incluida, guardar las pulpas en la nevera para su consumo posterior. Yo lo que hice fue exprimir las naranjas y guardar su zumo y con la ayuda de una cuchara vacíe el interior de la naranja dejando solo la piel.
- Corta los trozos de las pieles en tiras del grosor que desees, colocarlas en una olla grande, cubrirlas con agua y agregar la cucharada de sal, calentar a fuego medio-alto hasta que hierva. Hervir 5 mtos.
- Retirar del fuego, colar, colocarlas de nuevo en la olla y agregar agua fría, esta vez sin sal y volver a cocinar hasta que hierva. Hervir 5 mtos. Repetir este procedimiento dos veces mas, en total son cuatro veces, la primera con sal y tres más sin sal (siempre cambiando el agua).
- Después del último cambio de agua, colar las tiras.
- En la misma olla colocar el azúcar y el agua, calentar a fuego fuerte hasta que se deshaga el azúcar.
- Agregar las tiras y volver a llevar a ebullición, cocer a fuego bajo por 1 hora y media aproximadamente, hasta que las pieles estén un poco transparentes.
- Quitar del fuego y dejarlas en el almíbar hasta que baje un poco la temperatura, que esté templado.
- Una vez tibias se cuelan (reservar el almíbar para otro uso) y se colocan sobre una rejilla. Espolvorear con azúcar y secar durante al menos 24 horas a temperatura ambiente yo las tuve 2 días.
- Después les espolvoree un poco en azúcar.
- Guardar en un recipiente con tapa en un lugar fresco.
- Al final por tener un poco de todo cogí 4 naranjas las lavé bien y ralle toda su corteza, la dejé un par de días en un plato bien extendida dentro del horno (apagado) para que se secara un poco y luego la metí en un tupper y la congele.
Nota:
- La naranja confitada es un dulce que se puede comer espolvoreado con azúcar o bien bañadas en chocolate.
- Otra opción es cortarla en pequeños cuadraditos para ponerla en los pasteles navideños o en cualquier bizcocho casero.
- También puedes dejarlas en el mismo almíbar en un bote de cristal.
- Puedes hacer la cantidad de pieles que desees, sólo ten en cuenta que es igual peso de cáscaras, azúcar y agua. Las cortezas de naranja una vez confitadas y espolvoreadas con azúcar también se pueden congelar.
- El almíbar de confitar las naranjas se puede utilizar en muchas elaboraciones: en panes dulces, para emborrachar bizcochos, añadido en poca cantidad a una macedonia de frutas, para pintar el roscón antes del horneado. Aunque no pongas las naranjas confitadas, cuela el caldo y pinta la superficie del roscón. Echa almendras laminadas y azúcar que previamente hayas humedecido con el mismo almíbar.
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