- 1 Queso Camembert
- 2 Huevos
- Pan rallado
- Harina
- Orégano
- Pimentón
- Aceite de oliva
ELABORACIÓN
- Cortar el queso en 16 trozos o del tamaño que prefiráis.
- Yo además le he quitado la corteza pero si os gusta podéis dejársela.
- Pincharlos en una brocheta de madera.
- En un plato pequeño he puesto un poco de harina y he rebozado unos cuantos en harina, otros con orégano y los últimos con pimentón.
- Cascar los huevos en un bol y batirlo con la ayuda de un tenedor.
- Echar el pan rallado en otro bol.
- Ponemos los trozos de queso en el huevo batido, yo primero he puesto los de harina, después los de orégano y los últimos los de pimentón y los rebozamos ayudándonos del palo de la brocheta.
- Seguidamente, los pasamos al bol con el pan rallado y los rebozamos por todos lados.
- Yo les he dado un doble rebozado para asegurarme de que al freírlos no se salga el queso.
- Ponemos abundante aceite de oliva en una sartén o cazo hondo y cuando esté caliente, freímos las piruletas de queso por tandas, hasta que se doren por todos lados o empecemos a oír chisporrotear mucho el aceite, en cuyo caso los sacaremos rápidamente ya que eso significa que el queso se está saliendo.
- Cuando estén dorados, los sacamos de la sartén o cazo con la ayuda de una espumadera y los ponemos sobre papel absorbente de cocina.
- Servir enseguida.
- Listos para comer.
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